Hace un año lanzábamos Posta de Ideas. Una Posta más que se sumó a las que ya habíamos construido y las que vinieron después. Motivados por el deseo de apostar a construir un espacio virtual en el que depositar nuestras ideas, reflexiones, perspectivas, y darle lugar a lo que consideramos estrategias para arraigarnos a nuestras ciudades.
En este brevísimo camino, hemos buscado la síntesis entre aquello que se producía en nuestros espacios físicos, en los lugares que fuimos transitando, en las personas que nos cruzábamos y con quienes compartimos sentidos sobre la gestión cultural y más; y lo que deseamos para nuestra ciudad y región. Pensamos desde una visión integral de la Cultura, la forma de apostar y aportar a nuestra ciudad. Creemos que la comunicación tiene mucho que hacer en esa búsqueda, porque no es más, en definitiva, que la consolidación y la construcción de nuevos sentidos que nos contemplen.
Inspirados por Rodolfo Kush (por solo mencionar a uno), reconocemos que somos seres culturales que construyen Cultura en un espacio y tiempo específico. El nuestro es este: la ciudad de Capitán Bermúdez, el cordón industrial, el sur de Santa Fe, Argentina. Desde 2018 y hasta que nos de la vida. Un tiempo que se nos presenta difícil, en el que hemos tenido que sortear una pandemia que derrotó los tejidos sociales y comunitarios, al tiempo que también, y pido perdón por la contradicción, los fortaleció. Ni bien abrir las puertas, salimos en búsqueda de eso que creímos perdido para siempre. Para darnos cuenta que estaba ahí. A la espera.
Un tiempo también que se nos presenta por lo menos, extraño. Quizás así se sientan las transiciones, los saltos cualitativos, los avances. El empezar a transformar desde el presente, ese futuro que tanto anhelamos. Hoy que lo tenemos en nuestras manos, porque somos nosotros (los jóvenes) ese futuro que todos y todas señalaban, nos encontramos con la responsabilidad grata de ver qué hacemos con lo que otros nos han dejado. Y pensar junto a otros y otras, como sintetizamos lo que fue, lo que es, y lo que queremos que sea.
Y para eso hay que estar dispuestos y dispuestas al pensamiento. A la circulación de ideas. Al debate. Y también a repensarnos desde este tiempo, desde este lugar, desde los espacios que transitamos, con las personas que nos cruzamos. Abiertos y abiertas a la duda, a la reflexión, al aporte y a la construcción de ideas nuevas, aunque estas nos hagan reformular algunas Postas que dábamos por sentadas. Para eso estamos. Para crear las que sean necesarias.
¿Tenemos que estar tan lejos para estar acá?
Kush conceptualizó a la Cultura como “la estrategia mediante la que un grupo de personas se queda en un lugar”. Al escucharla no pude más que pensar en lo que hacemos desde Estación Cultural: encontrar la mejor manera de quedarnos. De permanecer. Y de transformar nuestras ciudades usando como estrategia de arraigo a la Cultura del Encuentro. Porque fácilmente podríamos elegir quedarnos pero hacerlo desde la queja. Desde el desprecio hacia esos valores, usos y costumbres que nos legaron y que nos instituyen.
Entendemos, en cambio, que como gestores culturales, y como explicó el ya mencionado autor, no somos “totalmente un personaje, sino más bien la fórmula en la cual se encuadra el auténtico creador, y que por eso da el sentido exacto de lo que pasa en general con la creación. Un creador no es más que un gestor del sentido dentro de un horizonte simbólico local, en una dimensión que afecta a todos, o sea que es popular.”
Somos populares y desde esa perspectiva realizamos la territorialización de nuestra labor. Siendo canalizadores de lo que alrededor nuestro acontece, de los y las artistas que nos acompañan, de los y las personas que eligieron este camino crítico, cooperativo, solidario, inclusivo, que abonamos con las distintas estrategias que elegimos y defendemos como forma de quedarnos en este lugar.
Esa Cultura del Encuentro, esa cultura con identidad situada en el cordón industrial, conlleva para nosotros y nosotras la responsabilidad de ser escuchas de las historias que hicieron a nuestras ciudades, de ser propagadores de las expresiones artísticas que dieron vida y color a las mismas, de ser, así mismo, posibilitadores del nacimiento de otras, para que el día de mañana, alguien encuentre las palabras que en esta revista digital volcamos, y sienta que vale la pena quedarse.
Hay muchas maneras de hacerlo. Y es nuestro objetivo, desde esta humilde revista digital a la que llamamos Posta de Ideas, que la estrategia de permanencia que promovemos sea la de recabar los rasgos y sentires de la ciudad en la que nació este proyecto. Que la pensemos, que contemos sus historias, que indaguemos sus matices, que conozcamos a sus vecinos y vecinas, que recopilemos los dolores que fogonearon las luchas, para así llegar a sus alegrías. Que podamos llevar lo cotidiano al plano del análisis, para construir así la estrategia cultural y política que nos permita quedarnos de la mejor manera.
Pensar la ciudad fue y es el objetivo que nos propusimos hace un año. Y en ese camino estamos. Gracias por acompañarnos, gracias por venir a esta Posta, quedarte y estar siendo, en esta forma de arraigarnos. No hace falta alejarse tanto en medida temporal como dejar pasar los años o, medidas geográficas, como irse y anhelar volver. El momento es ahora. Y en esa búsqueda estamos.
