Reflexiones a propósito del día de la Lealtad

Llegó un nuevo 17 de octubre. Día en el que los y las peronistas nos fundimos en un abrazo con nuestros compañeros, en quienes vemos los mismos objetivos, anhelos, proyectos y también hoy, en medio de la incertidumbre por lo que pasará en las próximas elecciones, una certeza que los demás no siempre tienen: la de sabernos juntos y juntas, pase lo que pase.

Llegó un nuevo 17 de octubre. Día en el que los y las peronistas nos fundimos en un abrazo con nuestros compañeros, en quienes vemos los mismos objetivos, anhelos, proyectos y también hoy, en medio de la incertidumbre por lo que pasará en las próximas elecciones, una certeza que los demás no siempre tienen: la de sabernos juntos y juntas, pase lo que pase.

Ese gran hito en la historia de nuestro país, esa movilización nacida del corazón y las entrañas del pueblo argentino que, enojado, fue en la búsqueda de la liberación de su principal líder, Juan Domingo Perón, que se encontraba siendo preso político en la isla Martín García, es el ejemplo y la demostración de que el pueblo nunca se queda dormido, aunque nos quieran hacer creer eso.

Cuando nuestros ideales de justicia social, independencia económica y soberanía política están en juego, cuando el bienestar de nuestros vecinos y vecinas, amigos y amigas, está en peligro, encarnamos esa llama, y hacemos una vez más de la política, una herramienta de transformación para poder superar los obstáculos que no nos permiten ser felices. En estos cuatro años, y también los anteriores, lo hemos hecho. Y toca también reconocer las falencias y los puntos en los que hemos fallado, para que hoy por hoy, algunas de esas banderas estén en grave peligro.

Pero nuevamente, como en aquel 17 de octubre de 1945, nos movilizaremos siempre que haga falta, para exigir que se garanticen los derechos de nuestro pueblo, de los y las trabajadoras, de las infancias. Hoy que todo está en peligro, no podemos hacer más que defender(nos). Conversar entre nosotros es, siempre, una estrategia, aunque no el fin último, para sentirnos menos solos y solas en este camino. Para la circulación de ideas, para la construcción de nuevos puntos de vista, para el armado de nuevas estrategias. Pensando en el pasado, de ese movimiento que nos legó tanto, en el presente del peronismo que estamos haciendo y viviendo, y en el futuro que queremos y debemos construir.

La actual subsecretaria de salud de Capitán Bermúdez y concejala electa, Marianela Quiroga nos comentó: “Para entender el porqué del 17 de octubre debemos remontarnos a 78 años atrás, dónde una movilización popular se unió para exigir la liberación de Perón. Esta organización de trabajadores simbolizó la unión del pueblo y su líder. Pero a su vez abrió una nueva etapa de los movimientos sociales, en la lucha por la justicia social, la independencia económica y la soberanía del país.”

Y agregó:”Hoy más que nunca debemos defender estos tres principales pilares del peronismo.Hoy es momento de volver a tener esperanza. Hoy es momento de que los dirigentes volvamos a recuperar el vínculo, con la sociedad, con los trabajadores, con los pibes. En definitiva con el pueblo. La realidad es que el peronismo es amor, es lucha, es solidaridad, es trabajo, es justicia, y por sobre todas las cosas es lealtad y no tenemos que olvidarnos”.

Por su parte, la concejala de Granadero Baigorria, Antonella García expresó: “Ser militantes es uno de los acto de amor más grande. Es la entrega completa para alcanzar el sueño de que la dignidad se vuelva costumbre. Es dedicar uno de nuestros bienes más valiosos, que es el tiempo, al servicio de muchos otros y otras. Es poner el cuerpo y la mente a disposición para lograrlo. Es perseguir la igualdad, teniendo cómo faro la justicia social. Es despojarse de la individualidad para fundirse en lo colectivo.”

“Hoy la militancia peronista, la militancia de quienes somos dirigentes jóvenes, que nos dimos cuenta de qué y quiénes éramos, a partir de la transformación efectiva de la realidad, que llevaron adelante Néstor y Cristina, tenemos una responsabilidad histórica. Nosotros, que vivimos y vimos esa transformación. Que sabemos que es posible, que pudimos ver lo bueno y reconocer lo malo, que fuimos jóvenes protagonistas de las victorias del pueblo argentino tenemos la gran tarea de ser constructores del proyecto que pueda devolverle la felicidad a nuestros barrios, a nuestras ciudades, a nuestras provincias y a nuestro país. Animarnos y tomar la Posta. Para eso no tenemos que tener miedo a ser disruptivos, a abandonar nuestros lugares de confort, de levantar la voz ante las injusticias, a ponernos al frente de las batallas, a no conformarnos con establecido, a no ser rehenes de las costumbres o de lo que ya se hizo, a conducir porque nos toca, pero sobre todo a ser generosos y humildes, a juntarnos con aquellos que comparten nuestros valores y tienen los mismos anhelos”, agregó.

También sostuvo que: “Tenemos que, como generación a las que ya nos toca ocupar o disputar lugares, tener prácticas más amables con los otros, generar lugares de encuentro, trabajo y debate, de escucha y formación, proyectar, planificar y proponer. Tenemos que generar proyectos que convoquen ala ciudadanía, participativos, inclusivos, donde todos puedan volcar algún aporte de lo que sepan y quieran del lugar que queremos transformar. Si no somos generosos, si no convocamos más allá de los propios, si no dejamos las individualidades de lado y construimos un proyecto va a ser muy difícil lograr la patria que soñamos. Tenemos que hacernos cargo del presente, para vivir mejor y construir un futuro que sea digno de ser vivido. La lealtad es un poco de todo eso, es perseverancia, lucha y acción.”

Quien se refirió también a la actualidad del peronismo y los desafíos que como jóvenes debemos tomar de cara a las próximas elecciones, fue la presidenta de nuestra Asociación Civil, Belén Mordini: “En este ultimo tiempo vengo escuchando muy seguido que la culpa de que gane la derecha liberal es de la juventud. Somos un poco lo que la historia hizo con nosotros. En el 2001 yo tenia 10 años y recuerdo un conflicto de meses en la municipalidad de Bermúdez, trabajadores a los que no se les pagaba y una carpa instalada en el predio del ferrocarril. Recuerdo acompañar a mi mama a esta carpa, y muchas marchas, y ahí creo que fui forjando una mirada de lo que era también ser argentino, un primer acercamiento a la política y como esto puede afectar a cientos de familias.

Los jóvenes de hoy, de 17 a 25 años, que crecieron con un montón de derechos conquistados, que nacieron con un Estado presente que incentivó la educación, la salud, a que cada chico y chica pueda tener una notebook… Esos jóvenes en este tiempo, que les tocó crecer con un gobierno nacional que dejo venir abajo la educación, que dejó paralizada cientos de obras, y sobre todo que tomo la deuda más grande de la historia del país y del mundo, piensan que nada puede ser peor para el país que lo que ya vivieron, que les fue mal con Macri y Alberto no les solucionó demasiado. Esos jóvenes desesperanzados de todo ven en Milei una rebelión y eso es lo que los seduce.

Como dice Jaureche nos acusan a los jóvenes por se inmaduros, nosotros les demandamos que lean de manera adecuada la realidad, para esto se necesita ser abiertos y escucharnos, no desde un lado de subestimación si no escucharnos para entendernos. Necesitamos políticas públicas que nos contengan, que hagan de nuestro lugar, un lugar mejor para todos, donde nadie se sienta excluido.

También debemos hacer el ejercicio de pensar qué le ofrecen a los jóvenes para que podamos pensar en un futuro mejor. Creo que la construcción de puentes y redes es algo que nos va a hacer más fuerte como sociedad, no hacer que avance la idea de que mientras más solo estés, mejor vas a progresar, son ideas que no vienen precisamente de los jóvenes. Hagamos un mea culpa entre todos y pensemos qué sociedad le dejamos a los más jóvenes. Desde nuestro lugar nos propusimos reivindicar el compañerismo y la Cultura del Encuentro para hacer lazos más fuertes. Como Perón decía: construir las Organizaciones Libres del Pueblo (OLP) para que estas, que tienen contacto más cercano con la comunidad puedan ser las que organicen a la sociedad.

Nos pensamos de este lado de la mecha, jóvenes, comprometidos, y que no nos da lo mismo quien lleva los destinos de nuestra Patria, nuestro compromiso también está en recordarle a los más grandes que nos den lugar y que nos escuchen. Empecé a militar en la Juventud Peronista a los 20 años, donde tenia una visión del mundo totalmente romantizada, viviendo la primavera kirchnerista, donde si bien siempre fue difícil entre pares discutir política por la conocida grieta, empezamos a organizarnos como jóvenes que luego nos transformamos en dirigentes políticos y en expresión de nuestras ciudades.

Sigo pensando en la responsabilidad que nos encajan al decir que Milei gana por la juventud, y veo a centros de estudiantes organizándose, a centros culturales abrazando la solidaridad. Creo que lo que nos está faltando es un lugar para que todas las expresiones sean contenidas, y que nos llene de ganas de construir un futuro posible para todos.”

Hablando de estudiantes organizados, también podemos compartir las palabras de Mateo Cappellacci, integrante del Centro de Estudiantes de la escuela técnica n°293. De cara a las elecciones, y en el marco del 17 de octubre, reflexionó sobre el rol de la juventud: “En estas elecciones tendremos un papel fundamental y además la oportunidad de marcar las políticas a futuro de nuestro país. Los electores de 18 a 29 años representan el 24,29% del padrón, los jóvenes te pueden ganar la elección. Existen muchos mitos y/o frases para desprestigiar a este sector de la sociedad, pero solamente buscan restar importancia al potencial que tiene la juventud de modificar la realidad política.

Muchas veces la juventud es vista como tonta o que actúa de forma “emocional”, nada más lejos de la realidad. También hay que aclarar, que cuando se habla de juventud no es un grupo social que piensan todos iguales, porque eso no pasa ni con los jóvenes ni con las personas de 40 años. A diferencia de lo que se muestra en los medios, los jóvenes tienen preocupaciones claras: educación, empleo, salud sexual y reproductiva, entre otras.

Un ejemplo de esto, es el caso de Neuquén. Luego de la pandemia, las escuelas técnicas tuvieron un boom en la cantidad de inscriptos y se abrió un problema con la cantidad de vacantes. Esto tiene sentido, si pensamos en el crecimiento de la industria luego de la pandemia y también del boom de Vaca Muerta. Con esto digo, los jóvenes somos racionales y detectamos rápidamente qué tiene sentido y que no. Por eso, hacer campañas políticas haciendo tiktoks diciendo que sos swiftie, lo único que se logra es un meme para los jóvenes.

Cuando se habla desde la política sobre las juventudes, es necesario que se hable desde el lugar de escuchar, y no mostrarse cómo alguien que entiende perfectamente las preocupaciones y necesidades de los jóvenes cuando no forma parte de ese grupo. Escuchar para luego actuar, debe ser la llamada. Los jóvenes tienen ideas, totalmente racionales, y que solucionan problemáticas no solamente para ellos mismos, sino que tienen impacto para toda la sociedad.

Cada uno de nosotros ocupa un rol en la sociedad, tiene un trabajo o vocación en el que va a estar prácticamente obligado a tratar con jóvenes. Tenemos una sociedad partida tanto en valores como ideológicamente hablando, bueno, creo que no hay mejor momento para pensar soluciones distintas. No le demos a los jóvenes soluciones mágicas, dejemos que ellos planteen las soluciones, que ellos propongan y que ellos tomen acción, no solo para beneficios de ellos, sino para beneficios de todos.

Como para cerrar, me gustaría que cada una de las personas que leyó esto, se haga las siguientes preguntas ¿En qué lugares de mi vida trato con jóvenes? (Trabajo, estudio, familia, etc) y según el tipo de relación que tengas ¿Cómo es mi trato hacia ellos y cuál es mi forma de responder? Con esas respuestas, podes plantearte qué mejorar, qué cambiar y a quiénes podes prestarle un oído por un ratito.”

Como reflexión final, luego de compartir los pensamientos de cuatro militantes/referentes políticos de nuestro tiempo y nuestra ciudad, de distintas edades pero dentro del marco de la juventud y la nueva generación en la política, cabe mencionar, por último, que hoy en un nuevo día de la Lealtad, y a días de las elecciones que definirán el futuro de nuestro país, salgamos a escucharnos y a seguir compartiendo ideas, en torno al presente de Argentina y cómo queremos que sea lo que vendrá.

El enojo y el descontento que está viviendo nuestro pueblo, se reproduce de a montones. Es totalmente entendible. Debemos ser capaces como militantes de poder traducir ese enojo, a través de la escucha, en propuestas claras y posibilitadoras de otras realidades. Las que como peronistas abrazamos y deseamos, esas en las que reine el amor y la igualdad entre todos y todas nosotras.

Feliz día de la Lealtad compañeros y compañeras, no nos olvidemos de nosotros. Recordemos siempre de donde salimos. Será ahí, en la búsqueda, entre ese recuerdo de la patria sublevada, que seguiremos encontrando las razones y las formas para seguir.

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