Pensar la cultura como un agente clave en el cambio social resulta necesario en estos tiempos que corren. Así mismo, reconocernos como actores que forman parte de este complejo entramado cultural es una tarea que, por más difícil que parezca, debemos afrontar. Podemos y debemos pensarnos como pilares fundamentales en el desarrollo y el crecimiento de las industrias culturales, pero es aquí donde surge un primer interrogante:
¿De qué hablamos cuando hacemos referencia al desarrollo cultural en la región?
Antes de responder a esto, sería pertinente que nos presentemos.
Somos Estación Cultural, un espacio constituido como Asociación Civil ubicado en la localidad de Capitán Bermúdez que abrió sus puertas al público en el año 2018. Actualmente contamos con dos sedes: la primera de ellas “Posta Mercedes”, ubicada en Av. San Lorenzo 919 P.A., en la cual se realizan eventos de música en vivo, teatro y otras disciplinas artísticas, se dictan talleres y funciona una de las unidades productivas: La Cocina.
La segunda, y no menos importante “Posta Atahualpa”, ubicada en calle Pte. Perón 16, en la que se dictan talleres, funciona la biblioteca y otra de las unidades productivas que actualmente se encuentra activa: La Cafetería.
Durante estos 4 años de funcionamiento hemos llevado a cabo desde nuestro espacio múltiples actividades culturales, cuyo desarrollo resulta de suma importancia ya que posibilita e invita al público de la región y particularmente de nuestra ciudad a convivir y experimentar múltiples sucesos artísticos en espacios seguros y con condiciones óptimas, sin tener que trasladarse a otras localidades vecinas. San Lorenzo, como cabecera del departamento, y Rosario, como una de las 3 ciudades más grandes del país, como algunos ejemplos de conglomerados en los que la oferta cultural se presenta muy variada y en grandes cantidades, lo que tradicionalmente genera una mayor captación del público local así como también de las poblaciones cercanas.
Ahora sí, retomamos el interrogante inicial…
Si nos zambullimos en internet en búsqueda de alguna definición de Gestión Cultural, encontraremos varias pensadas desde distintas perspectivas. Para resumir un poco y evitar el bombardeo conceptual compartiremos a continuación la definición esgrimida durante el 1er Seminario de Formación de Formadores en Gestión Cultural que se organizó en la Ciudad de México en 2003, en el cual se logró construir una definición común para la práctica profesional de la gestión cultural en nuestra región:
La gestión cultural trata de establecer una comunicación productiva entre los discursos sociológicos, económicos y antropológicos, y las instancias sociopolíticas, con miras a lograr un mutuo enriquecimiento entre niveles teóricos, socioculturales y técnico administrativos. Es por lo tanto un campo de acción práctica con debates teóricos y controversias ideológicas en torno a los conceptos de cultura, identidad, región, territorio, globalización, modernidad y posmodernidad, lo privado y lo público, diversidad y cultura, y un quehacer que recoge todos los conflictos de los contextos donde interactúa. Pero más allá de los debates teóricos, la finalidad de la gestión cultural está centrada en promover todo tipo de prácticas culturales de la vida cotidiana de una sociedad que lleven a la concertación, al reconocimiento de la diferencia, a la invención y recreación permanente de las identidades y al descubrimiento de razones para la convivencia social. Gana terreno la acción cultural de los gestores por cuanto es un factor contributivo al mejoramiento económico y al desarrollo social, en tanto promueve prácticas que les otorgan horizonte y sentido a los fines de un desarrollo integral. (Bobbio, 2011, p. 214)
Nos detendremos en los dos indicadores mencionados: mejoramiento económico y desarrollo social a los cuales entendemos como el producto de la gestión. Los mismos deben ser fácilmente reconocibles en los espacios en los cuales se desarrollan proyectos artísticos. En este sentido, desde Estación Cultural llevamos adelante políticas para que las industrias culturales puedan ofrecer sus producciones y cumplir así con estos lineamientos mencionados.
EL COMPROMISO DE ASUMIR LOS DESAFIOS
Disponemos de espacio físico, fuerza de trabajo, herramientas de comunicación y fundamentalmente predisposición para que los artistas encuentren una estructura que los acompañe y potencie.
Sabemos además que para que exista un desarrollo cultural hace falta que todas las partes seamos conscientes y estemos comprometidas en cumplir el rol que nos toca en este ecosistema.
Como productores y gestores culturales, propiciando un espacio seguro y cómodo y con herramientas técnicas óptimas, ofreciendo propuestas variadas para que el público de la región no tenga que buscar ofertas culturales en localidades cercanas, entre otras.
Como artistas, entendiendo la responsabilidad que les cabe en la propagación y distribución de distintas expresiones para la felicidad del pueblo.
Como público, siendo receptor de esas expresiones, generando el fin último pero nunca acabado que es el de los aplausos y el de la difusión.
Estos sectores, no entendidos como espacios estancos, sino en constante y fluida reciprocidad en el que cabe mencionar, por último al que tiene una de las responsabilidades mayores para que todo esto continúe girando: el Estado.
En ese sentido, debemos resaltar que muchas de las producciones realizadas en nuestro espacio se materializan gracias a las constantes gestiones que mantenemos con los distintos organismos estatales mediante las distintas líneas de financiamiento, a saber: Ministerio de Cultura de la Nación, Ministerio de Cultura de la Provincia de Santa Fe, Desarrollo Social, el Fondo Nacional de las Artes, entre otros.
Datos, no opinión
Para concluir, nos gustaría compartir con ustedes algunos datos que ilustran parte de lo dicho. Que es, en definitiva, nuestra misión y forma de entender la gestión cultural.
Entre agosto del 2021 y marzo del corriente año, realizamos en nuestro espacio 50 eventos, de los cuales participaron 166 trabajadores/artistas hombres y 22 mujeres.
En nuestra tarea de gestión, asumimos el compromiso de equiparar, acorde a los lineamientos de género que adoptamos, estos datos. Continuaremos en ese desarrollo en las próximas salidas en la presente revista digital.
Como reflexión final, sabemos aún queda mucho camino por desandar y hacía ahí vamos.
